El uso prolífico de la IA ha propiciado un aumento del número de vulnerabilidades exigiendo respuestas innovadoras. Las amenazas cibernéticas en constante evolución demandan soluciones más sofisticadas en la detección avanzada, el análisis de amenazas cibernéticas, la automatización de procesos con IA, fortalecimiento de la seguridad en la nube, la resiliencia Ransomware, la autenticación multifactor y biométrica, la necesidad de colaboración para evitar ataques a las cadenas de suministro, el refuerzo de la seguridad para el trabajo remoto, etc.
INCIBE – Instituto Nacional de Ciberseguridad, señala que casi la mitad de las empresas ha sufrido, al menos, un ataque en el último año 2023.
Según un informe de Gartner, se prevé que el gasto mundial en ciberseguridad y gestión de riesgos será de unos 215.000 millones de dólares en 2024, un aumento del 14,3% con respecto a 2023. Una gran parte del gasto se centrará en la privacidad de los datos y seguridad en la nube.
Además, los costes globales de los daños causados por la ciberdelincuencia podrían aumentar hasta 10,5 billones de dólares para 2025. Esta cifra contrasta con los 3 billones de dólares que costó a las empresas en 2015.
Las oportunidades que ofrece esta tecnología:
Aprovechar estas oportunidades demandará estrategias integrales y proactivas: